Cuando la música arranca no se sabe lo que va a suceder. La espontaneidad y la improvisación que la música popular dispone entre sus notas, te puede llevar a cualquier circunstancia cada vez que la Cuadrilla o los músicos deciden arrancarse por jota, seguidilla o malagueña. Sin duda alguna la complicidad entre cuadrilleros es real, una mirada, un silencio o un pequeño gesto, son útiles para tomar una decisión a la hora de ejecutar una pieza, para parar de tocar o cambiar el tercio.
En la Región de Murcia el folklore está vivo, y la calle mayor de Patiño sabe de que hablo, desde hace más de 30 años sus vecinos han podido experimentar la sensación del bullicio de la gente, el repiqueteo de las postizas o la improvisación de los aguilanderos, llegados desde las tierras manchegas, andaluzas, alicantinas o murcianas.
La amistad y la unión de esta familia cuadrillera, muestra su cara más amable en los momentos de fiesta, en el que los componentes de las diferentes agrupaciones musicales se dan cita en Patiño (o cualquier otro lugar) para mostrar el son de su zona geográfica.
Texto: Tomás García Martínez
Fotografía: Joaquín Zamora, Tomás García